Para Rocío Jurado 1972 será un año importante.
Importante porque en su vida privada rematará un noviazgo largo de siete años, casándose con el hombre que ama desde que casi era una niña. Importante porque en el piano profesional será la protagonista de una nueva versión de «La Bella Otero», coproducción hispano-francesa-rusa, la primera coproducción entre nuestro país y la URSS.
Nada de extraño, pues, que aparezca ante nosotros una mujer extremadamente animada, contenta de su suerte y de la vida que le ha tocado vivir.
—¿Qué es lo que más te satisface, Rocío, tu triunfo profesional o tu victoria privada como mujer? —preguntamos.
—No creo que pueda separarse lo uno de lo otro, pero antes que artista soy mujer y me ilusiona mucho el fundar una familia y un hogar.
—Hablame de tu futuro marido. ¿Cómo es, cómo se iniciaron vuestras relaciones?
—Enrique es cuñado de Salomé, es el hermano gemelo de Sebastián García Verneta, el marido de Salomé.
—Por algo dicen que los gemelos viven la misma existencia; ya ves, dos hermanos gemelos: uno, casado con una cantante catalana, y el otro, con una cantante andaluza —apuntamos nosotros—. Lo raro es que no os casarais los cuatro en el mismo día.
—Lo teníamos previsto —dice Rocío.
—¿Y qué ocurrió?
—Ocurrió que Enrique y yo nos enfadamos.
—¿Tan en serio que retrasó la fecha de la boda?
—Sí. Nuestro enfado duró más de un año.
—¿Y lo superasteis?
—Fue gracias a Salomé. Ella intercedió para que nos reconciliáramos. Yo, ya antes de conocerla sentía una gran admiración por ella, pero, después de lo que hizo por nosotros, la quiero como si fuera mi hermana y tendrá mi amistad mientras viva.
—A lo mejor acabáis formando compañía juntas.
—No sé. Tenemos un estilo muy distinto, pero, ¡quién sabe!
—Entonces, ¿cuánto tiempo lleváis de novios?
—Nos conocemos hace siete años y ya van seis que somos novios. El año próximo, cuando nos casemos, hará siete años que nos queremos.
—¿Es seguro que os casáis ahora?
—Sí, pero no el mes de enero como ha anunciado la prensa, ya que tengo que irme de gira por América y después iré a Francia y a Rusia. A mi regreso rodaré «La Bella Otero», con Vicente Parra de protagonista masculino. La boda será después.
—Ves, otra vez los contratos. Acabarás por quedarte soltera, Rocío.
—No. Esta vez nos casamos aunque tenga que ser en un escenario.
—En fin, que te sientes feliz, ¿no?
—En esta profesión siempre hay contrariedades y yo soy muy sensible a ellas. Pero, en fin, puedes decir que sí, que soy una mujer feliz.
—Que lo seas siempre como hoy, Rocío Jurado.