
Recién llegada de Nueva York, Rocío Jurado convocó a los periodistas para descubrirnos una nueva faceta de su vida, la de diseñadora de bolsos y complementos. La chipionera ha elegido las siglas RJ, que corresponden a su nombre y primer apellido, a la hora de presentar su primera colección «bolsera», y no se le da mal la cosa. Su eslogan: «Cuestión de estilo, arte en piel». La cantante, que no tiene un pelo de tonta, ya ha promocionado sus artículos entre amigas tan importantes como Celia Cruz y Olga Guillot, cuando se vieron la semana pasada en las Américas.
«Les han gustado tanto mis bolsos que ya me han encargado algunos. Por otro lado, como tengo tanto que agradecer a todas esas mujeres que han seguido tan cerca mi carrera, he querido ofrecerles algo a ellas. Y qué mejor que una cosa, como un bolso, para que la lleven “colgá” y me recuerden. Porque son objetos diseñados con el corazón. Algunos tienen un toque muy femenino, serio y elegante, y otros son más deportivos. Son bolsos nada caros, de piel, y para toda la vida».
—¿Y qué vas a hacer ahora con todos los bolsos de marca que tienes en casa? Porque imagino que predicarás con el ejemplo luciendo los que tú diseñas...
—Sí, los otros los voy a guardar.
—¿Qué no falta nunca en tu bolso?
—Un cepillo para el pelo, kleenex —porque soy una persona a la que le gusta estar siempre muy limpia— y, por supuesto, tarjetas de crédito, ja, ja, ja.
Soy como mi abuela Rocío, me gusta sacar dinero hasta debajo de una piedra.
—Cuéntame tu periplo neoyorkino.
—Desde que se enteraron allí de lo de mis bolsos, estamos teniendo llamadas haciendo pedidos. Estoy por poner una tienda allí para sacarle partido a la cosa. Bueno, resumiendo, lo hemos pasado muy bien en esa ciudad. Y el que me hayan escogido para entregarme un premio por ser una de las voces del milenio, para mí es importantísimo. No te puedes imaginar lo que significa.
—Artista y, ahora, mujer de negocios...
—Soy como mi abuela Rocío, me gusta sacar dinero hasta debajo de una piedra.
Rocío empieza dentro de unos días una gira musical por España y está preparando un nuevo disco que se grabará en directo. Y a principios del 2001 la veremos protagonizar el musical «Nacida para brillar», en el que encarnará el personaje de Dolores Araujo, la amante del escritor Mariano José de Larra.
—¿Qué tal se encuentra tu hija?
—Muy bien, esperando su bolso, ja, ja. Ayer estuve con ella y la encontré estupenda. La adoro, la quiero más que nada en mi vida, pero he decidido no hablar hoy de temas personales. Eso sí, estoy feliz de ver que mi hija está saliendo adelante de un accidente tan tremendo.
—¿Es verdad que te marchaste de España unos días para recuperar la tranquilidad que te faltaba y porque te desbordaban los acontecimientos? ¿Te sientes más relajada después de ese viaje?
—Pero si yo no estaba mal y no me he ido para tranquilizarme. Quería recoger el premio y pasar unas cortas vacaciones con mi marido y mis hijos. La verdad es que he estado muy relajadita. No me fui, como han dicho, para quitarme de en medio. Pero, hombre, si estoy como una bandera, aquí de pie y con la cabeza muy alta.
—¿Y cómo están tus hijos pequeños?
—Estupendos, gracias.
—¿A quién le darías un bolsazo en la cabeza?
—A ti.

Su hermano Amador declararía más tarde que «mi hermana se encuentra divinamente, con mucho ánimo, con cantidad de proyectos y muy bien. Todo el mundo la apoya, la quiere y le demuestra un montón de cariño».
—¿Fidel entra sin problemas en la casa de los Ortega Cano-Jurado?
—Sí, claro, sin problemas, y entra cada vez que él quiere. Esta misma mañana he hablado con él por teléfono...
—¿Te ha pedido trabajo?
—Hombre, no, ja, ja, ja.