La estrella más clara

Yo tengo una Madre que no me abandona
y, aunque estemos lejos, muy lejos las dos,
me llama, me busca, me ve y me perdona;
esta Madrecita la tengo en Chipiona,
y siendo mi Madre, es Madre de Dios.

Ella escucha todo lo que yo le canto
y sabe, al oírme, al oírme cantar,
si es pena, si es gloria, si es risa o si es llanto;
la Virgen de Regla, que lleva en su manto
la estrella más clara que luce en el mar.

Virgen de Regla, divina,
que tienes en tu corona
la rosa y la golondrina
de los mares de Chipiona.

Guitarras, panderos y caracolas
te cantan y bailan, a ti, una oración,
y tú vas sobre las olas
buscando mi corazón.

Ay, que lo traiga, traiga, traiga la marea,
ay, como un barco, barco de espuma y jazmín,
Virgen de Regla, que sea
mi corazón para ti, mi corazón para ti.